Cabe destacar que, me he dado cuenta con los años por medio de mis amigos y de mis conocidos que la masturbación es un mundo aparte, tanto en heterosexuales como en homosexuales, polisexuales, pansexuales, etc., y es que los actos masturbatorios tienen la capacidad de abrir una gama de posibilidades explorables como el frotage, o el acto de frotarse con otra persona para provocar placer, la masturbación cruzada, que requiere de hacerlo con otra persona, pero el uno al otro, introducción de dedos en cavidades anales, masturbación con violencia autoinfringida o con infringida por otros, la masturbación con dolor físico en zonas específicas, la masturbación voyerista, la masturbación grupal, muy propia de los hombres y de los homosexuales en particular gusto sobre todo en vestidores y baños públicos, la masturbación con pornografía, fetichistas, en lugares extraños, en situaciones poco ortodoxas y así podríamos seguir párrafos y párrafos.
El tema con esto es que, algo compartido con muchos de mis cercanos es la permanencia de ésta practica en general. La masturbación masculina y femenina es, para mi mundo actualmente adulto, una realidad, es opción y en algunos casos, un estilo de vida.
No es que me llame la atención por ser malo ni mucho menos, al contrario, el que se sepan estas cosas es un avance para derribar muchos tabúes con respecto a la sexualidad en general y con la masturbación en particular.
En mi caso, estando o no en pareja, cuyo último caso no ha sido hace ya bastante, siempre ha estado presente la masturbación a modo personal, pero lo interesante es que, suelo practicar masturbación en pareja y sentir mejores experiencias sensoriales que con la penetración. En el sexo, diré que hasta cierto punto el sexo oral me hastía un poco, pero la masturbación es un tema que no llega a hostigarme por ningún motivo.
Realmente la razón de esto la desconozco, pero me tranquiliza un poco el hecho de saber que no soy el único que siente este tipo de sensaciones con la sexualidad.
Dicho sea de paso que, la masturbación no quita el hecho de que muchas veces sienta unas ganas salvajes de penetrar o de hacer, o que me hagan sexo oral, pero sí es cierto que muchas veces he preferido una masturbada bien hecha que un sexo poco satisfactorio, y supongo más de alguno estará de acuerdo conmigo en ese punto.
Hasta el momento, sólo tres parejas han compartido conmigo esa conexión sexual referente a la masturbación y la hemos llevado a límites interesantes, sin embargo, también es importante señalar que las tres parejas mencionadas han sido hombres, y cabe destacar ello debido a que al conocer nuestros cuerpos y tener las mismas debilidades por este tipo de actos hacen que la experiencia sea más placentera. En todo caso, esta información estará sujeta a confirmación, si llegase a conocer a la chica que me demuestre lo contrario deberé retractarme, mientras tanto, seguiré masturbándome con chicos que, al igual que yo disfrutan de tal acto tan característico de la adolescencia.
Mi invitación es a explorar esto y llevarlo a sus propios límites.
A mis queridos lectores,
Amaroh Hikaru Melville