jueves, 14 de enero de 2016

Sueños Incómodos

Tuve un sueño perturbador hace unos días con una persona inesperada. En la entrada anterior conté que mi primo me levantó al novio, situación que me afectó profundamente, razón por la cual no me sorprende mucho que haya soñado con mi primo.
En el sueño estábamos sentados y él me besaba apasionadamente, sus labios eran como alguna vez, durante mi adolescencia, lo imaginé. Es más, al despertar sentí sus caricias del sueño, sus besos, el cómo me tocaba y lo que hicimos antes de tener sexo, cancelado por el infame despertador del celular. Es extraño recordar los sueños, lo que es más raro es recordar las sensaciones del sueño, sobre todo porque al sujeto lo tengo que ver al menos cuatro de los siete días de la semana en mi trabajo porque vive cerca. Lo amo, es mi primo, vivimos una adolescencia bastante cercana aún considerando que tenemos una diferencia de tres años, la que se nota bastante entre los doce y dieciocho años de edad, pero que lo ame no significa que tenga ganas de soñar con él en una situación sexualmente incómoda, claro que en el mismo sueño era maravillosa, tengo la sensación de que en el sueño yo sabía que éramos pareja, hecho que me perturba aún más.
Debo confesar que me escondí de él en más de una ocasión por las primeras dos semanas, es que no podía siquiera mirarle y recordar no sólo las imágenes que quedaron plasmadas en mi cabeza, sino que la amarga sensación física de haber estado con él besándome y tocándome. Debido a esto es que me empecé a preguntar ¿Es acaso incómodo del todo soñar con alguien a quien conoces?
Decidí desgranar el tema y comenzar a recopilar información, primero busqué diferentes páginas de internet (es sorprendente la cantidad de páginas que hay y cómo difieren en las interpretaciones de sueños), luego al no encontrar una respuesta certera del tema decidí salir a la calle, me consulté con algunos "brujos de la cuneta" para que me explicasen y entre 'chanterías' entendí un poco de lo que leí por internet. Coinciden entre todas las versiones en algunos puntos en específico: primero, que soñar con primos no es un mal augurio sino que se trata del reconocimiento propio y mutuo. Segundo, que soñar con besar a alguien apasionadamente y que le conoces puede significar que ese alguien va a pasar por un problema personal y eres tú quien puede ayudarle sustantivamente (lo que no es una sorpresa porque todos sufrimos problemas personales en los que una persona dedicada puede hacer la diferencia entre sentirse bien o mal). Tercero, que besar a alguien que conoces pero quedarte con la sensación aún despierto alude a que en secreto y profundamente hay atracción de por medio.
Todo esto no me sorprende, sobre todo, porque al crecer (y yendo desde atrás hacia adelante) tiende uno mismo a tener fantasías con quienes le rodean, amigos, y primos, he hablado esto ya muchas veces durante mi adolescencia para darme cuenta que efectivamente es normal tener sueños eróticos con conocidos por la cantidad de hormonas revolucionadas, ahora, llevo ese caso a mí mismo, y si bien dejé de ser adolescente hace rato, aún tengo las hormonas de uno, por lo que no sorprende tampoco el hecho de que tenga sentido poder racionalizarlo de esta forma. Lo que es perturbante de esto es como soñar con estar con uno mismo, de hecho, lo dije antes: mi primo es como la versión más alta, flaca, chanta y con más pelo de mi mismo, lo que es omnicioso porque todos los primos de parte de padre nos parecemos entre nosotros.
Por otra parte, no es la primera vez, ni creo que será la última, que sueño con besar apasionadamente a un conocido, una vez me pasó con mi, en ese entonces, mejor amigo. Esta historia, por su parte tiene un desenlace más triste, me terminó por gustar en serio y al confesarme, luego de un breve intento, volvimos a ser amigos, y después de un impulso estúpido de mi parte cada vez fuimos siendo menos amigos, nos alejamos, él más que yo, y llegamos hasta hoy en donde ni siquiera nos hablamos, de hecho no mantenemos contacto hace años. He tenido otros sueños eróticos con conocidos y que han sido fantasías muy satisfactorias, pero a diferencia de la experiencia anterior no dije nada al respecto por seguridad. Tal vez sea lo mejor, las fantasías eróticas son propias de cada uno  y, aunque a veces es necesario decirlas en vox alta, es mejor hacerlo con una sola persona y de confianza.
Mis sueños eróticos con conocidos han sido bastantes y muy atrevidos en algunos casos, algunos me han llegado a emocionar tanto que he llegado a hacerlos realidad, sin embargo,  mi experiencia me ha dicho que no todos son posible y que no todos se pueden contar.
Soñar con mi primo es una de las cosas más perturbadoras que he pasado en este tiempo, considerando que mi mente se ha preocupado de recopilar la información completa de él como lo conozco hasta desnudo, no tuve necesidad de imaginar ningún aspecto del sueño. Pero no olvidar bajo ningún motivo que es un sueño es fundamental para no caer en el juego de la mente y cometer una nueva equivocación.
Por consiguiente, debo mantener los pies en la tierra para no cometer nuevos errores y tomar esto con altura de mira, si lo racionalizo puedo decir que el hecho que me haya quitado a mi pareja puede ser un motivo para mantenerlo en mi mente y así soñar con él. En cambio, si lo interpreto, seguiré siento tan primo como siempre y estaré atento por si necesita de mi para apoyarle.
Es importante siempre, ante estos casos de sueños incómodos, que nos detengamos a pensar de manera sostenida y sepamos identificar las diferentes variables que nos permitan dar con diferentes resultados dependiendo de nuestras soluciones.
No cometamos el error de creer que nos gusta alguien por sencillamente soñar con besarle y desnudarle, aunque despiertes con una inevitable erección y te quedes pegado a la sábana con la sensación viva del sueño. No se justifica perder una bonita relación por un montaje mental o un augurio interpretable, hay que detenerse a pensar un poco en lo que puede pasar si es que decidimos hacerle caso a nuestra mente cuando el subconsciente manda en vez de utilizar la mano por unos cuantos minutos, quitarse las ganas del sueño y pensar si el mismo vale la pena o es mejor dejarlo como un simple sueño que nos saca de la rutina y nos deja imaginar un poco y por qué no, nos deja material para fantasear.


A mis queridos lectores,
Amaro Hikaru Melville