sábado, 8 de diciembre de 2012

Cover o no Cover, he ahí el sexo…


 Hace tiempo atrás, luego de mi último pololeo largo, tuve la experiencia rica de intentar superar lo sucedido con un nuevo amigo que la vida me había puesto. Resultó ser que el amor estaba cerca de ahí y no lo sabía, luego habría de enterarme y comenzaron los problemas, cuando se declaró no le dí opción más que la de ofrecer mi amistad, pero para él no era suficiente y a la amistad le puso apellido, amigos con cover… Es curioso lo que un añadido signifique, por meses tuvimos buen sexo sin preocupaciones, luego sus sentimientos se fueron engrandeciendo y comenzó a aflorar la obsesión por poseerme, hasta que después de nueve meses lo logró y nos unimos en sagrado pololeo… Todo iba bien hasta que a la semana, el abandono físico y mental del mi pololo me mató toda la ilusión de querer estar con él. Luego de nueve días decidí terminar con algo a lo que no le veía ni le veo futuro. Ahora ha vuelto al ataque, ya que estoy soltero y pretende que volvamos, por mi parte que lo olvide, pero todo esto me hizo pensar: ¿es posible que el “amigo con cover” sea un mero tránsito entre el sentimiento y la concretud de una pasión obsesiva por alguien que te atrae o le atraes de manera descomunal?
Comenzaré remontando al sentido gay del asunto, los amigos con cover casi no son de palabra sino de acto, se tiene un amigo y se tiene sexo, pero nunca hubo un trato de por medio para ello, simplemente se da y contadas veces se habla del tema. En el caso heterosexual el hombre, generalmente, o el hombre de la relación, quien puede ser la mujer, debe hacer la aclaración para que no sucedan imprevistos, cosa de dejar rallada la cancha.
El punto de convergencia entre ambas tendencias sexuales es en la extraña situación que complica la relación de amistad con sexo: el involucrar sentimientos, pedazo de error. Eso implica celos, control, psicosis, y otras obsesiones varias, cómo es posible que algo tan simple como una amistad con sexo se vuelva en algo tan complicado como el querer terminar algo que no se ha empezado, es como decir me voy a divorciar de un matrimonio por el cual no me he casado aún.
Los problemas de tener amigos con cover son aturdidamente jodidos de la cabeza, te pueden joder la existencia y además del propio amigo… ¿Es posible tener amigos sexuales sin llegar al paso de la obsesión posesiva del sexo?  Es tan probable de que si como de que no. Ser posesivo de tu pareja sexual es básicamente sentir celos de que alguien más pueda hacerle lo mismo que tú le haces y te imaginas a tu amigo en los brazos de otro y no quieres que eso pase, porque él lo vive contigo, y no con otra persona. Y puede que en ningún caso exista amor!! Sólo que fue tal la sicosis sexual que creyó que podría ser amor, entonces te desliga de otra persona y te amarra a una relación sin amor que va a por terminar cualquier relación pre-existente entre ambos sin buenas consecuencias para ambos o uno solo de ellos…
El confundir celos de amigo con celos de sexo con celos de pareja es tremendamente complicado porque esto implica de una manera u otra que hay deseo de por medio, cosa que pone en peligro lo principal y la base de donde nació todo: la amistad, es muy riesgoso, pero el estar seguro de qué tipo de celos es el cual uno tiene es primordial para poder mantenerse ubicado en la situación correcta y en el momento indicado.
Usar la cabeza, la de arriba, por sobre la de abajo aclarará en todo momento qué es lo que siente el corazón. De esta manera, el sentimiento se aclara para tomar buenas decisiones, parte importante de una buena sanidad mental. Por otro lado, la amistad con raspe es admisible preferencialmente en personas con las cosas claras y resueltas, frías y no pasionales, debido a que cualquier movimiento en falso puede provocar un caos en la relación.

A mis queridos lectores,

Amaroh Hikaru Melville

martes, 2 de octubre de 2012

SEXO Y LUTO


Hace muy poco, ya hace un mes me vi enfrentado a un problema moral importante, donde la ética de mi sociedad se encuentra dividida y mi propio pensamiento en conflicto con el de mi familia. Para contextualizar, mi familia viene de una tradicionalidad antigua, como se diría, enchapada a la antigua, donde los valores familiares son lo más importante seguido del amor que les une como familia. Se darán cuenta de que la moralidad y el “qué dirán” son lo esencial que construye las actitudes y acciones diarias de mi familia. De mente cerrada y llena de tradiciones un tanto complicadas de entender bajo la lógica en la que me desenvuelvo, desde este punto de vista, ya se imaginarán a qué apunta este texto.
Esto me hizo pensar en lo siguiente: ¿es correcto tener sexo a las dos semanas de haber fallecido un familiar extra cercano?
Comencemos a pensar, fallece un familia my cercano a uno mismo, en este contexto de pena es correcto llorar y tirarse al suelo revolcar en llanto, pasados unos días ya uno se puede controlar y no estará llorando en cualquier parte, adquiere una perspectiva reflexiva y obstructiva frente a los miles de consejos que la gente acostumbra a decir, que uno ya los sabe, peor la gente los dice de igual manera, a lo mejor para rellenar los momentos vacíos de una cierta conversación, sin embargo, empieza a surgir el deseo de querer retomar su propia vida, pues ya se comienza a dar cuenta de que la vida sigue, uno mismo comienza a reflexionar acerca de lo que hará para poder retomar su curso normal de la vida ya en ausencia de su madre o padre, o alguien muy cercano.
Pues bien, dentro de todas las cosas que se empiezan a regenerar en la vida diaria, entra en juego el sexo y la vida social. La tradicionalidad dice que no es correcto salir a hacer vida social ni tener sexo hasta por lo menos más de un mes transcurrido el hecho por respeto al luto. Sin embargo, según mi línea de pensamiento, llevada a las pasiones, las cosas que uno hace tienen directa relación con lo que se siente, las penas de un luto, se llevan dentro de uno y se sueltan en la intimidad. Ahora bien, si uno se siente listo para tener sexo en cuerpo y alma ¿qué hay de malo en ello?, si me siento listo para beber con mis amistades y seguir con mi vida normal ¿qué hay de malo en ello? Uno mismo sabe que bajo ninguna circunstancia está siendo parte de una celebración ni nada por el estilo que tenga una relación ni siquiera indirecta con la persona fallecida, entonces ¿cuál es el problema con ello?
Salir a bailar a la discoteca con amigos después de un mes de fallecido el familiar, es tan mal visto como hacerlo en la misma noche en que hubiera ocurrido, entonces, ¿dónde está “la vida sigue”? Ahora bien, una gran detención parte por la convivencia con familia directa cuando no se comparten estos mismos parámetros sociales y se enfrentan a disyuntivas como “el respeto por el luto ajeno”. Entonces ¿por qué no se les exige a los vecinos que se callen cuando a la semana hacen una fiesta ruidosa en casa? Si después de todo, se sigue la línea del respeto ajeno por el luto propio. Que una persona siga sus impulsos como el tener sexo se toma como una real falta de respeto frente al luto propio.
Salir en la noche a compartir con amigos, o acostarse a tener sexo con la pareja después de transcurridos un tiempo prudente según lo dicte el mismo corazón, no quitará la pena interna, quizás a los seis meses de transcurrido el fatídico hecho siga con la misma pena que me ha tenido mal desde el primer día en que falleció, pero no por eso me debo privar de retomar mi propia vida, de a poco, pero si parte de ella entraba el sexo y el beber con amigos, ¿por qué no?
El sexo, responde a impulsos del cuerpo, y si el cuerpo ya está en condiciones de exponerse al sexo, y el corazón ya se siente en condiciones de soltarse de esa forma, no veo lo malo ni lo inmoral en responder a ese impulso. Si el luto se lleva de igual manera.
En esta ocasión, dejo la línea de pensamiento abierta a mis lectores para hacer uso de la reflexión, ya que ni yo mismo he logrado conciliar las contrarias partes de la discusión moral del sexo ni de la vida social respecto al luto.

A mis queridos lectores,

Amaroh Hikaru Melville

viernes, 15 de junio de 2012

Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario

Decisiones, son necesarias, nos ayudan en cada día, desde que despertamos hasta que cerramos los ojos, e incluso estas dos acciones son decisiones que nos ayudan a tomar decisiones, pero qué pasa cuando las decisiones que tomamos se nos revelan en una maraña de decisiones que determinen un embrollo catastrófico de hechos provocados por las decisiones. ¿La vida termina o se estanca? Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario, la vida sigue y esa también es parte de una decisión.
Las decisiones que tomamos diariamente nos marcan desde que no logramos tener conciencia en la mañana, cuando decidimos abrir los ojos se despierta un involuntario deseo por querer vivir. Las decisiones nos hacen felices o infelices, pensamos a veces, pero la respuesta es bien simple, ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, ser feliz es una decisión más en la vida diaria, y es que, la felicidad no se logra, no es una meta la cual se pueda alcanzar mediante un método determinado, es una decisión diaria, si nací infeliz, es mi decisión ser feliz. Hay personas que alcanzan todas sus metas pero no son felices y hay personas que nunca llegaron a alcanzar sus metas pero son igual de felices. ¿Por qué?, ¿es mejor no alcanzar las metas o saber disfrutarlas más? La respuesta es sencilla, ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, lo que a uno lo hace en verdad más feliz que al resto es cómo vivió ese proceso que le ayudó a alcanzar sus metas o a no realizarlas, conocer gente, ganar experiencia, disfrutar de las buenas y malas decisiones porque para bien o para mal, siempre dejan una enseñanza, y es esa experiencia la que otorga la sabiduría suficiente para tomar decisiones futuras que provoquen tomar la decisión de ser feliz.
Si bien, conocer gente no es una decisión sino una consecuencia de una decisión, la verdadera decisión trascendental es decidir qué tanto esa gente dejarás que influya en tu vida. Para bien o para mal, es una decisión. Querer revertir decisiones es un muy complejo deseo, pero además de ser imposible, provoca más infelicidad que una propia mala decisión.
La orientación sexual, no es una decisión, pero lo complejo está en las decisiones que derivan de este descubrimiento, asumir, actuar, ocultar, contar, publicar, hasta intimar y con quien.
Hay decisiones más difíciles, como la de desconectar a un ser querido o la de trabajar doble turno para alimentar a tu familia o la de escapar de casa o la de abortar un hijo o la de golpear a quien amas. Estas son las decisiones a veces más irracionales pero más desesperadas que se toman en la vida, pueden ser peligrosas y causan sueño. Las decisiones más trascendentales son de las que más nos acordamos, para bien o para mal, es un trauma, entonces, o un recuerdo, ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, son experiencias, y el hecho de sacarlas a colación a propósito de un sentimiento emergente no es signo sino de la importancia que esa experiencia tuvo en la vida, es entonces de suma importancia recordar esa experiencia, aunque a veces duela, para no caer una y otra vez en un juego eterno de desesperación y de amargura que sólo llevarán a la destrucción de la felicidad, ya no como un estado alcanzable, sino como una posibilidad de plantearse en la vida.
Pero hay otro tipo de decisiones, como la de hacer un blog, como la de comprometerse con ciertos lectores y la de escoger un tema que los convoque.
Amar no es una decisión, dejar de amar tampoco lo es. Sí es una decisión dejar a la persona que amas por amar tu propia estabilidad emocional, y eso ¿está bien o está mal? Ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, pues, no está bien hacer caso omiso de tus sentimientos ante la posibilidad de llegar a ser infeliz con la persona amada siendo que con ella lograste felicidad en algún momento, es entonces circunstancia para revalorar esos momentos felices y reavivarlos con un nuevo giro de esperanza. Sin embargo, tampoco está mal, ya que, pensar en la propia sanidad mental es un derecho de cada uno y es pertinente velar por ella, pues nadie lo hará por ti. Es pues sólo egoísmo, y eso no está bien, pero tampoco esta mal, sino todo lo contrario, ante la incertidumbre de dejar de estar con quien se ama esté bien o mal es necesario tomar en cuenta muchas variables como la de la tranquilidad personal y la de la otra persona, así como la de plantearse futuros posibles. Entonces, está bien amar o está mal amar, sólo es una apreciación subjetiva y, por tanto, depende de la perspectiva de cada persona ya que, amar es involuntario, y las decisiones que afloran del amar no son más que decisiones, no tienen que ser ni buenas, ni malas. Ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, las sensaciones de sentirse bien responden a una necesidad desesperada por autosatisfacerse ante una decisión determinada, y la sensación de sentirse mal no es más que una necesidad interna por querer sentir culpa por algo, ahora, sentirse bien por algo que se sabe que está mal ¿es bueno o malo?, ni o uno ni lo otro sino todo lo contrario, es símbolo de inmadurez, y muy lamentable por lo demás.
¿Está en el amor la respuesta de querer no estar sólo, o simplemente estar acompañado es una consecuencia de amar demasiado? Ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, no es posible establecer parámetros medibles o apreciables ante hechos que no son racionales, puesto que no pueden ser razonables al no ser objetivos, y es que depende de cada persona el cuánto se puede querer a una persona.
El amor enfrentado al desamor duele, pero ¿duele por despecho o por sí mismo? Ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, cuando alguien ama a quien se ha desenamorado del otro duele porque el amor funciona como una droga en sí misma, el amor se alimenta de más amor, y por ello es que el amor llega a enfrentarse tantos años. Es entonces que, cuando el amor no tiene de qué alimentarse porque el otro no ama, duele ante no poder satisfacer esa necesidad de alimentarse de amor.
Al final, la única gran decisión es la de mantenerse con vida y buscar la felicidad ante el amor y ante el desamor.


A mis queridos lectores,
Amaroh Hikaru Melville


martes, 20 de marzo de 2012

De sexo seguro a sexo con temor

La sexualidad activa y promiscua siempre es buena con un buen capital financiero que logre cumplir tus expectativas de sexo continuo comprando condones al por mayor.

Pero, ¿qué pasa cuando luego de una adolescencia llena de promiscuidad al más puro estilo del látex lubricado y llena de test de VIH se derrumba ante el amor que jamás usó condón al tener sexo? Ese tipo de cosas no suelen preguntarse en la primera cita y luego de un tiempo juntos, cuando descubres que esa persona es el amor de tu vida y decides no usar más preservativos con aquella, y entonces descubres que jamás se cuidó al tener sexo con todos quienes se acostó: surge el miedo.

Lo más frecuente es autoperseguirse con tormentosas imágenes de tu pareja teniendo sexo con antiguas relaciones tratando de imaginar que al igual que a ti, al resto también les tocó y se acostó con ellos sin preservativo alguno. También te sientes sucio, te invade un sentimiento de repulsión natural al pensar en todas aquellas vaginas, penes y anos que ese órgano que deseas tanto tocar ha estado expuesto antes de estar contigo, y es mas, no dejarás que tu pareja te toque por el simple asco que te produce esa idea.

Y, ¿qué se hace?, ¿se corre a hacerse un examen de sangre para comprobar que con quien te acuestas hace un tiempo está limpio, o decides esperar a un tiempo prudente para el examen sea más certero pero aún así viviendo con el temor de si “me habrá pegado algo…”?

Independiente de si el sexo es bueno en la relación, es válido sentir temor ante ésta incómoda situación. Además, puede existir un agravante: ¿qué pasa cuando tu pareja, la que jamás ha usado un condón en su vida al tener sexo con otras personas, tampoco le interesa el tema y no entiende tu temor? Te sientes abandonado, incomprendido, confundido, te cuestionas si seguir con esa persona y correr el riesgo de que así como no le interesa esa preocupación tuya, es probable que no le interesen otras futuras que para ti sí son importantes y merecen el foco de atención de ambos.

Y luego vienen los problemas: no quieres verle, no duermes tranquilo, y si vuelves a retomar el sexo con la pareja se vuelve despojado del placer completo y pones tu mejor cara de póker para de alguna manera decirle a tu pareja: “oye, detente que esto es incómodo para mi pero no quiero decírtelo, sino que quiero que tú me propongas detenerlo”. Si no es eso, comienzan las discusiones sobre qué tan importante es el tema y las cosmovisiones de uno y otro chocan inusitadamente y más frecuente de lo que se podría esperar.

Y lo más complicado es cuando eres tú quien fue mucho más promiscuo en el sexo que tu pareja, y el sentimiento de entre rabia, rencor, y un fuego interno que no se puede explicar sino que hay que sentirlo, se apodera de ti al pensar que a pesar de acostarte con alguien distinto cada semana o cada mes, hasta con gente que no conociste nunca y jamás volviste a ver pero aún así te cuidaste, pero quien amas de verdad y decides tener sexo sin preservativo nunca lo usó en su sexo, es un tema tan complejo que no eres capaz de si quiera conversarlo con tus amigos porque no sabes como expresar lo que sientes al pensar en ello. Sólo se te ocurren monosílabos cercanos a un lenguaje de gruñidos que a la expresión de algún sentir al recordar lo injusta que sientes que es la situación en la que estás pasando, y sientes que esta vez, nadie te podrá entender jamás.

La decisión de seguir con aquella persona a la que, ahora a veces, te da asco acostarte o sólo tocarle, a pesar de desear su cuerpo con una fuerza interna increíble es difícil, sin embargo, hay que pensar que de alguna forma, si ya te acostaste con aquella persona sin condón antes es muy probable que si tiene algo en el cuerpo tú ya lo tienes, nada te detiene a seguir acostándote con esa persona. Ahora, si nunca se han acostado sin preservativo como mediador sexual, y pensabas en acostarte con esa persona al estilo natural, no lo pienses dos veces y no lo hagas hasta tener un papel confiable que asegure que su cuerpo está limpio. Por otra parte, si ni aún así estás conforme y quieres seguir protegiéndote, o simplemente te sigue dando asco, estás en todo tu derecho de exigir un condón entre el sexo y si la otra persona no sabe entender ese delicado punto de vista, dado que es un tema muy delicado, ahí sí hay que cuestionarse si esa persona es el amor de tu vida, porque por último, si no te entiende, te deja ser y respeta tu postura porque te ama. Da para pensar que no te ama lo suficiente para dejarte ser con algo tan importante para ti y una vez más, te sentirás abandonado.

No puedo dejar de cuestionarme si yo hice lo correcto o no frente a este tema, o si lo afronté de la mejor manera, pero quienes sí estuvieron conmigo fueron mis amigos, que me apoyaron y aconsejaron. Es difícil contarlo, es difícil siquiera mencionarlo, los miedos que se presentan ante la inesperada mención de algo tan importante como el tema del preservativo en el sexo o la misma situación en directo, te hace sentir que no hay angustia más grande que la de no saber con exactitud a qué clase de persona le has entregado tu cuerpo, y ya sea el ano, la vagina, o el pene lo que estés entregando, la sensación de sentirte sucio en ese momento no te la quita nadie, ten por seguro que no se irá pronto de ti. Y una de las angustias más grandes de esta situación es la espera insómnica entre el exámen y el resultado. Sólo tratar de distraerse para no pensar en ello, mantenerse ocupado en esa traumática semana y buscar apoyo sino de tu pareja, de algún amigo, te ayudará a llevar este incómodo tránsito.
A mis queridos lectores,
Amaroh Hikaru Melville

miércoles, 14 de marzo de 2012

Terminar una relación

En el otoño de mi vida emocional, luego de un traumático desenlace para una relación de dos años especialmente madura y sana para tener diecinueve años me empecé a preguntar: ¿qué pasa con aquellos que han tenido sólo una relación estable luego de un millar de sexo sin interés y relaciones tanto pasionales como desechables?, ¿es tan difícil reponerse luego de una ruptura repentina cuando uno cree que todo irá bien y crees que ese amor de tu vida será para toda la vida?
Para los hombres heterosexuales terminar en esa relación es muy fácil, ellos pueden acostarse con cualquiera que les ofrezca un buen sexo a cambio de un silencio eterno ante la imposibilidad repentina de relacionarse emocionalmente o hacer un compromiso estable en el corto plazo. Sin embargo, esto cambia cuando son estos heterosexuales quienes sufren la ruptura, ya que pueden tomar dos caminos: o se arrastran por el suelo ofreciendo su corazón en una bandeja que ya no es de plata sino que de mimbre por la miseria en la que se transforma su vida al estar conscientes de que están perdiendo algo o alguien que era de su propiedad, o bien, se proponen  a tener sexo express con quien fuera que tengan por delante, todo sirve, hasta un travesti mal bañado, por simple despecho y calentura y luego se sienten tan patéticos por pensar en esa persona quien los dejó que no les cuentan sus experiencias sexuales a nadie, o las mejoran; donde ese travesti hediondo a alcantarilla era una rubia de metro ochenta con un vestido azul muy corto y de tacones con pelo alisado que cuando da vuelta la cabeza el pelo se le mueve hebra por hebra.
Con hombres y mujeres homosexuales existe un tema curioso cuando rompen: pueden  estar tan cansados y su ego los invita a terminar por la felicidad propia dejando de lado la experiencia emocional compartida queriendo ser amigo de quien hasta hace dos días era el amor de su vida causando un daño a corto plazo por encontrarse tan bien siendo que en el caso contrario la repentina ruptura significa estar un mes entero llorando en el baño de la universidad o del trabajo cada vez que ese nuevo amigo le llama para saber como está y para contarle lo bien que está si él. También están esos hombres que cortan para no volver a ver nunca más y evitan el contacto con la ex pareja renovando una vida de jarana y algarabía propias de un nuevo comienzo, la celebración de una nueva etapa. Por el contrario de esos, hay hombres liquidados que o se resignan a atender el hecho de una amistad dañina, o se alejan para despecharse con ocho tipos por noche encamados con sexo ocasional y ojo: sin condón, o simplemente se arrastran y se vuelven en verdaderos sicópatas sicóticos que rodean todo el mundo posible del ex.
Para las mujeres terminator es muy sencillo recuperar una antigua vida o nueva y dar vuelta la página sin rencores ni remordimientos, pero cuando son ellas dejadas es como si hubieran roto su corazón de cristal en mil pedazos y lloran en la cuneta de la acera un día lluvioso aunque haya cuarenta grados de calor a la sombra. Existe un grupo de mujeres sicópatas peor que investigador privado para averiguar todo de su ex sólo para sufrir o demostrarle infantilmente al malo de la teleserie que ella también está rehaciendo su vida, el problema con esto es cuando ya después de dos meses, esto ya es tan enfermizo que hasta los hombres que puede tener esa mujer PDI la tildan de “loca de patio” y terminará sola y llorando por el amor de su vida, o bien irá a la primera discoteca a sacarle provecho a su soltería para tener algún sexo ocasional probablemente con otro despechado igual que ella.
Pasar un mes entero y sentirte igual que hubieran roto el fin de semana anterior suena tan patético que sicopatear el Facebook del ex solo para sufrir con la desdicha de saber que está mejor sin ti. Y es que ¿qué es el amor sin sufrir? El problema surge cuando esos mundos están tan compartidos que tendrás la certeza que le encontrarás en la próxima discoteca a la que asistas y que la mitad de los objetos del único mundo propiamente tuyo: tu dormitorio también era parte de un  mundo común y propio de una relación inexistente y sólo te queda aferrarte a la idea de que tendrás que concebir la vida sin ese ser tan amado que alguna vez compartió los mismos sueños tuyos y que ahora vela por sí mismo, y es tiempo de darte cuenta de que tú también deberías hacer lo mismo o te terminarás por convertirte en esclavo de tus sueños frustrados y recuerdos paganos sobre un relación extinta, darás pena a todo tu mundo y te evitarán. Para colmo, la vida te será tan infeliz que te convertirás en un amargado por el hecho de ver a tus amigos o a extraños que hacen una vida en pareja y feliz y tú aún no lo logras y aún te masturbas pensando en quién hace muchos meses atrás fue tu amor.
Sólo queda llorar un duelo hasta uno mismo poner freno personal y tratar de hablar de la ex pareja no como un recuerdo doloroso sino como una experiencia de madurez personal y como un incentivo para superar una relación con un quiebre traumático o inesperado que traerá en las semanas venideras una sensación de frustración y por lo tanto al momento del quiebre es fundamental dejar en claro todos los puntos para evitar tener una razón más por la cual frustrarse y sentirse un estúpido por no sólo tener un recuerdo que te mata en vida sino que además da una angustia por decir algo y que ya es demasiado tarde para decirlo.
Tener una sola relación estable y larga a los veinte años no sólo te hace sentir vulnerable a tu ex pareja sino que derrumba tu mundo conocido y te deja a la deriva de la misma locura pensando en posibilidades que nunca fueron o en fantasías incompletas, y sin embargo, luego de esa relación, una parte de ti quiere volver a esa vida de desenfrenado sexo que tuvo tu adolescencia, pero predomina el sentimiento de querer una relación como la que acabas de dejar atrás.

Con cariño para todos mis lectores,
Amaroh Hikaru Melville

martes, 13 de marzo de 2012

UN BLOG DIFERENTE

He decidido crear éste blog para hacer pensar a la gente que como yo, tiene problemas, porque todos tenemos, todos pensamos en ellos, todos reflexionamos sobre ellos, y cuando los creemos resueltos pretendemos ser expertos en el tema y los utilizamos atrevidamente como consejos de una experiencia superada. Y tal vez lo sean, lo seguro es que, el objetivo de este blog es que, quien lo lea, se sienta identificado con él, con lo que dice, con lo que digo.
Me considero un observador y descriptor del mundo que me rodea y gracias a ello, he logrado hacer un par de artículos, o más bien, pensamientos monologizados sobre, quizás, temas que me ha tocado, o me tocarán, enfrentar y mostrar mi punto de vista acerca de esos temas, que alomejor en algún minuto por ego propio, por no ver más que los que está dentro de nosotros lo creemos como un problema, y lo cierto es que sólo son situaciones que nos acomplejan y lo lamentable de ello es que nos damos cuenta de ello sólo cuando se nos presenta un verdadero problema y nos vemos derrumbados por él no sabemos qué hacer y creemos que estamos solos en el mundo y que nadie entenderá jmás nuestro dolor, y quizás sea cierto que nadie entenderá nuestro dolor puesto que todos tomamos, en alguna forma, de manera distinta la manera de plantear el cómo sentirnos frente a un problema propio, sea superficial o real.
Espero que si les gusta lo digan y que si no les gusta, no hagan alguna mala crítica forzada por destruir un espíritu que crean débil porque la solución es bien simple y personal: pueden dejar de leer cuando quieran. Estoy esperanzado en que  al blog le irá bien porque siempre he tenido buenos lectores a las cosas que he escrito y ésta es mi primera manifestación pública y masiva que hago acerca de la vida.
Con amor para mis futuros lectores,
Amaroh Hikaru Melville